Extraño
a M. La conocí en Tinder y era lejos mi match favorito. Sus conversaciones se
debatían entre sus ganas de matarse y sus deseos por culearme. Pretensiones
cuanto menos extremas y en ciertos aspectos muy similares. Deja que te mate a
cachas, me faltó decirle. Con esa la hubiese hecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario