viernes, 18 de noviembre de 2016

Historias de docencia III: Esta historia es triste.




Clases en octavo básico. Hablábamos sobre los peligros de las redes sociales y la facilidad que existe para crear cuentas falsas. Las niñas me revelan que se han hecho facebooks falsos, «para jugar y para concursos», aclaran. Pero entonces una del fondo levanta la mano y nos dice que se creó un facebook falso para poder hablar con su papá. Sí, que su mamá no la deja hablar con él,  así que abrió una cuenta falsa, haciéndose pasar por una muchacha española de veintitantos. Todas las noches, bajo esta máscara, conversaba con quien sería su padre esperanzada de leer frases como “pucha que extraño a mi hijita”, “no te imaginas cuánto la quiero.”






Continuamente se me acusa de ser pesimista o sobre ungüentos calmantes.

a K.




Continuamente se me acusa de ser pesimista y ellas me dicen cosas como “no puedo con tu pesimismo”  para luego desaparecer como si nunca hubiesen llegado. “Un pesimista es un realista” me  repito con poca y nula convicción. Pero entonces recuerdo a Leonard Cohen y una de sus tantas frases que calan la sien: “yo no soy pesimista porque el pesimista espera que llueva y yo ya estoy empapado”; una fórmula elegante para decir que no espera que lo meen porque ya está todo meado. Aunque a veces llega gente con sus paraguas colorinches y no hay cómo explicarles que ya nos mearon y lo hicieron con alevosía y así como  ya no hay cómo explicarle a tu carita almidonada que tus ojitos achinados y ese anecdotario infinito que tejías en mi presencia  hacían las veces de ungüento calmante, esos que te maquillan la piel a sabiendas que una cicatrización es un imposible. “El pesimista debe inventar a diario razones para vivir” dice Cioran, y en más de una ocasión saberte cerca y tan bonita fue mi porqué he de seguir aquí. 


Hasta siempre, chinita. Gracias por aparecer. 

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Hola, Daniela.







Hola, Daniela, 24. 19 km. Veo que en tu perfil dice «no soy sinónimo de mujer femenina». Buenas noticias, yo no soy sinónimo de hombre masculino. Qué te parece. Dame la mano y rompamos juntos la heternorma. Juntes, perdón. Rompámonos también los genitales; mas no nos rompamos nunca nuestros disidentes corazones antipatriarcales.



lunes, 7 de noviembre de 2016

Historias de Docencia II: Esto no es un problema de género






El único baño de varones en un liceo de niñas tiene la luz mala. Se activa al minuto de haber apretado el interruptor, cuando uno ya tiene la tula afuera y se encuentra meando a oscuras. Como consecuencia de esto, uno termina dando cátedra hediondo a pichí. Pero, claro, esto no es un problema de género.





La alegría ya viene.








Mis ex novias siempre encuentran la felicidad tras nuestro final. Soy algo así como el pololo de la transición; el Patricio Aylwin del amor.







Poemoji Erótico I