martes, 19 de enero de 2016

Una vez me enamoré de una chica cristiana.






Una vez me enamoré de una chica cristiana. Canuta a más no poder. Al momento de rechazarme dice que no puede estar con alguien que no comparta sus creencias, que necesita un compañero de prédicas, un pololo en Cristo y cosas así. Yo me la lloré toda. Quise decirle que la amaría hasta que el arrebatamiento nos separase y que por ella era capaz de soportar todos los martirios de Job. Pero callé y nos despedimos en silencio y para siempre. Ese día comprendí que hay veces donde Dios no es amor.





No hay comentarios:

Publicar un comentario