El único baño de varones en un liceo de niñas tiene
la luz mala. Se activa al minuto de haber apretado el interruptor, cuando uno
ya tiene la tula afuera y se encuentra meando a oscuras. Como consecuencia de
esto, uno termina dando cátedra hediondo a pichí. Pero, claro, esto no es un
problema de género.
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