a K.
Continuamente
se me acusa de ser pesimista y ellas me dicen cosas como “no puedo con tu pesimismo” para luego desaparecer como si nunca hubiesen
llegado. “Un pesimista es un realista”
me repito con poca y nula convicción. Pero
entonces recuerdo a Leonard Cohen y una de sus tantas frases que calan la sien:
“yo no soy pesimista porque el pesimista
espera que llueva y yo ya estoy empapado”; una fórmula elegante para decir
que no espera que lo meen porque ya está todo meado. Aunque a veces llega gente
con sus paraguas colorinches y no hay cómo explicarles que ya nos mearon y lo
hicieron con alevosía y así como ya no
hay cómo explicarle a tu carita almidonada que tus ojitos achinados y ese
anecdotario infinito que tejías en mi presencia hacían las veces de ungüento calmante, esos
que te maquillan la piel a sabiendas que una cicatrización es un imposible. “El pesimista debe inventar a diario razones
para vivir” dice Cioran, y en más de una ocasión saberte cerca y tan bonita
fue mi porqué he de seguir aquí.
Hasta siempre, chinita. Gracias por aparecer.
Eres el mejor. En la once prometida, habrá doble porción de pastel para ti.
ResponderEliminarUFF, de chocolate, por favor :(
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