Comunistas y alienígenas se han
encontrado en varias ocasiones. En los 50, por ejemplo, Estados Unidos se valió
del cine de ciencia ficción clase B para sembrar el miedo a una inminente
invasión soviética. Salvo que el forastero acá tomaba forma de extraterrestre,
ojalá lo menos antropomórfico posible. La idea de que de la noche a la mañana
Washington sería arrasada por una potencia extranjera amenazando el American
Way of Life vivía en el inconsciente colectivo del norteamericano
promedio. Así como también, la certeza que serían defendidos sin vacilar por
sargentos que estaban dispuestos a inmolarse de ser necesario.
El alienígena hablaba un idioma
extraño, se comportaba robóticamente y obedecía a su superior sin el menor
reclamo. Pues carecía de individualidad alguna; respondía a un colectivo
desalmado. Ideas que, claro está, correspondían a la idea del comunismo
soviético que manejaban los medios de comunicación estadounidenses y que se
esforzaban por transmitir a la población.
Sin embargo, tres décadas antes ya
se había usado al extraterrestre en el cine para personificar al comunismo.
Pero, en esta ocasión, desde la trinchera contraria; desde la trinchera
oficial. Aelita, Reina de Marte de 1924 es un clásico del cine
soviético mudo y un precedente de toda ciencia ficción, incluso de Metrópolis de
Fritz Lang. En esta película un joven soldado bolchevique viaja a Marte donde
inicia una revolución proletaria para derrocar al rey, con la ayuda de la reina
Aelita, quien se enamoró de él; ya que nadie se resiste a un bolchevique
interestelar. Aunque si bien, la película no fue bien recibida, pues un
análisis un poco más fino nos da cuenta de cierta crítica implícita a la
revolución, cumple en parte con su fin propagandístico y coincide, de cierta
manera, con esta extraña unión entre comunismo y naves espaciales de la cual
abusarían los Estados Unidos en el auge de la Guerra Fría.
Ahora bien, lejos de lo
propagandístico, marcianos y socialistas tuvieron su encuentro
más notable en la mente de uno de los políticos más controversiales de la
izquierda argentina: J. Posadas. Seudónimo de Homero Rómulo Cristalli
Frasnelli, político trotskista y escritor prolífico que llegó a
fundar su propia Cuarta Internacional. En sus textos abarcó un sinnúmero de
temas, desde la música a la historia árabe, desde el deporte hasta Beethoven,
pasando por la biología y la vida en el espacio, pero siempre intentando
acomodarlos a su pensamiento. Tal vez una de las temáticas más polémicas que
trató y a la cual se le debe en gran parte su inmortalidad fue su intento de
conciliar la posible vida extraterrestre con el pensamiento socialista.
Posadas estaba no solo convencido de la vida extraplanetaria, sino que además aseguraba que de existir estos seres, habrían llegado por sus propios medios a una suerte de socialismo universal y que sus contantes visitas a nuestro planeta tendría como objeto ayudar a la instauración de este sistema socialista extragaláctico. En Posadas vemos al socialismo como una especie verdad universal, en el literal sentido de la universalidad. Podemos creer entonces que Lenin y Marx serían meros apóstoles de esta Buena Nueva que abrazaría a toda la galaxia. Para él, desde su originalidad sin precedentes, la lucha de clases tenía como escenario la totalidad del cosmos.
En su panfleto Los
platillos voladores, el proceso de la materia y la energía, la ciencia, la
lucha de clases revolucionaria y el futuro de la humanidad (1968), Posadas
escribe unas palabras que pasarán a la posterioridad, sepultando cualquier otra
arenga revolucionaria que haya dicho antes o después:
“Hay que convocar a las masas,
crear las condiciones para derrumbar el capitalismo y la burocracia de los
estados obreros e instaurar el socialismo. Es necesario decir a los seres de
otros mundos, si aparecen, que deben intervenir ya, colaborar con los habitantes
de la Tierra para suprimir la miseria, es necesario hacerles ese llamado”.
Según el texto, los extraterrestres
en una bondad casi mesiánica que nos recuerdan a los movimientos new
age de la ufología, deberían colaborar con los ignorantes seres humanos
para la instauración de un sistema capaz de derrocar al capitalismo. Las ideas
de Posadas sin embargo no se gestaron de la noche a la mañana, sino que tienen
su origen en los delirios escritos por el director del Instituto de Marxismo
Leninismo de Praga en un artículo que de inmediato Posadas se encarga de
comentar y de incluso debatir. Este artículo que tanto entusiasmó a Posadas
bosqueja el grueso del ideario marxista ufológico.
El autor, que se identifica como
Ruml, afirma que “el mundo socialista deberá dar la bienvenida a los
marcianos y otros representantes de civilizaciones extraterrestres que
solamente pueden dar miedo a las sociedades capitalistas. Si existen
civilizaciones extraterrestres, ellas tendrán una organización política semejante
a la de los países socialistas”. Para Ruml, fuera de nuestro planeta
nuestro planeta no existirían las luchas de clases. Pues “cualquier
sociedad espacial cuyos miembros sean capaces de entrar en contacto con otras
civilizaciones será una sociedad sin clases cuyos miembros tendrán intereses
comunes”. Pero Posadas no adhiere sin vacilar a la teoría de Ruml, sino que
la recrea en base a sus propias observaciones teóricas, de acuerdo a sus
propios reparos.
Sin duda rescata de Ruml la
idea de que si una sociedad es capaz de realizar viajes a otros planetas es
porque ha logrado instaurar un socialismo perfecto. Ambos tienen la convicción
de que si los extraterrestres tienen una tecnología superior es porque tienen
una sociedad superior, definitivamente internacionalista e interplanetaria y
que esa sociedad superior ha de ser necesariamente socialista. Por lo tanto, lo
más apto era llamar “compañeros” a los alienígenas y articular junto a ellos
las bases de una solidaridad intergaláctica, de un comunismo verdaderamente
universal.
Estas ideas podrían haber pasado
desapercibidas dentro de sus vastos discursos y desvaríos, los cuales no eran
ajenos a las polémicas, de no ser porque uno de sus adeptos más fanáticos Dante
Minazzoli, termina obsesionándose con esta idea en particular y plasma en
su libro Por qué los extraterrestres no toman contacto
públicamente. Como ve un marxista el fenómeno OVNI (1996), un grueso
resumen de las teorías posadistas sobre extraterrestres y socialismo galáctico,
dando paso a la primera célula ufomarxista oficial en
Italia: M.I.R (Men In Red), desde donde rescatan el
anhelo de Posadas por concientizar a las masas para instar a los seres de otros
mundos a colaborar con el proceso terrestre hacia el socialismo:
“Para MIR, la ufología, de por
sí es una idea revolucionaria porque mete en entredicho la noción de un
universo hecho a imagen y semejanza de los terrestres, el UFO se vuelve una
oportunidad para reflexionar sobre nuestro propio planeta desde una posición
descentralizada, desde una idea de “anomalía” que insertamos en nuestro sistema
productivo que identifica todo con la idea de valor. “Ufo al pueblo!”,
entonces, para llevar el conflicto de clase allá donde ningún terrestre ha
llegado jamás, uniendo nuestra fuerza a la de la disidencia alienígena”.
El M.I.R italiano adhiere a la
clásica idea que justifica los viajes interplanetarios gracias a un
nivel de cooperación social que estas civilizaciones habrían logrado y
que una sociedad como la nuestra aun enfocada en sus conflictos internos no
puede siquiera dilucidar sin la ayuda sideral. Las sociedades extraterrestres
en todo el marxismo ufológico son tomadas como un modelo utópico, como la
materialización del comunismo ideal, donde se han resuelto todas las
contradicciones sociales de nuestro planeta. No obstante, los del MIR se alejan
del mesianismo de la Nueva Era, advirtiendo que“La ufología radical no es
adventista, pero sostiene que una relación correcta con otras formas de vida
extraterrestres puede ocurrir únicamente bajo el sello de la lucha contra el
capital…".
Minazzoli a diferencia de Posadas es un ferviente
creyente en los aliens. No usa el sútil condicional del argentino, pues no los
ve como una posibilidad, sino como una realidad empírica y comprobable,
instándolos no solo a tomar contacto con nosotros sino que también a
persuadirnos en pos del socialismo intergaláctico, y de no ser esto posible
a imponernos un Pacto Galáctico que nos someta a sus perfectas
leyes. Lamentablemente, reconoce su soledad en estos fines. Alegando que
incluso los trotskistas, sus camaradas de ideas, se ríen de quienes
tienen “la manía de los ovnis”. Lo que es tristemente cierto. Hoy
en día los posadistas argentinos reniegan totalmente de los postulados
ufológicos de su líder y se centran en el estudio de su bibliografía
fundamental. De esta manera, el sitio oficial de su aun existente Cuarta
Internacional Posadista no posee ningún material referente a la visión de
Posadas sobre los platos voladores.
Minazzoli ve los primeros
tiempos con un dejo casi nostálgico. Para él los buenos tiempos fueron los
prehistóricos,cuando las sociedades del espacio tomaban contactos con nosotros
regularmente, posiblemente enseñando a las primeras civilizaciones los
rudimentos del socialismo espacial. Alienígenas convivieron con humanos hasta
que “la evolución histórica consagrara la división de clases”. No
es difícil ver cierto paralelismo con la historia del jardín del edén, salvo
que acá el pecado que alejó al hombre de los dioses-alienígenas no fue la
desobediencia divina, sino la creación de la sociedad de clases. Para Minazzoli
esta sería nuestra verdadera manzana, el verdadero pecado original que exilió a
los dioses comunistas de las estrellas y terminó por condenarnos al capitalismo.
El MIR veía con recelo el estudio
ufológico convencional. De hecho, dentro de sus operativos de acción directa
boicotearon varios congresos ufológicos, alegando el aburguesamiento del
estudio del fenómeno ovni, soltaban volantes donde se leían proclamas para
“revolucionar el pensamiento ufológico”, ocultando sus identidades bajo
máscaras de los populares grises.
Si bien no se tiene información
sobre la cantidad de militantes que tendría el MIR en la actualidad, es
posible que parte de sus ideas hayan calado tímidamente en la izquierda
internacional. Hugo Chávez en el 2011 durante la celebración del día internacional
del agua, declaró sobre un supuesto vapor de agua encontrado en el planeta
rojo: “En Marte, yo siempre he dicho, u oído, no sería extraño que en
Marte haya habido civilización, pero a lo mejor llegó allá el capitalismo (risas),
llegó el imperialismo, y acabó con ese planeta". Para
muchos, Chávez fue solo irónico. No obstante, el MIR habla también de un
destructivo capitalismo intergaláctico, un pancapitalismo, como lo llaman
ellos, que incluso tendría coartados de libertad a algunos compañeros
extraterrestres, tal como reza un fragmento del libro de Minazzolli: “libertad
para todos los camaradas alienígenas disidentes detenidos en las prisiones del
pancapitalismo endoplanetario”.
Los lazos entre algunos posadistas
y el gobierno chavista podrían explicar sin ánimo de especular demasiado ideas
como las dichas en vivo por el fallecido gobernante venezolano. Ahora, fuera
del posadismo encontramos otras corrientes de la izquierda ufológica, como Alfa
y Omega en Perú, cuyos delirios, que llegan a hablar de comunismo y
encarnaciones de Jesucristo en un obrero chileno merecen sin lugar a dudas una
entrada aparte.
Es posible que muchos comunistas en la actualidad,
afianzados al estricto materialismo vean con burla los postulados de Posadas.
Los comunistas que conozco, demasiados atados a lo terreno, no imaginan que
quizás el problema sea verdaderamente universal. Que la lucha de clases no se
limite a nuestro insignificante planeta. Para despertarlos un poco,
cabría recordarles estas palabras y prestar atención a su particular autor:
“Si lográramos
establecer comunicaciones interplanetarias, todos nuestros conceptos
filosóficos, morales y sociales tendrían que ser revisados. En tal caso, el
potencial técnico, no reconociendo más límites, impondría el fin de la regla de
la violencia como medio y método de progreso”
(Vladímir Lenin)
Estimado, me gusto mucho el artículo y me gustaría saber si hay manera de encontrar los textos de Posada y Minazzoli en alguna parte de internet.
ResponderEliminarSaludos
Creo que el de Minazzolli se puede conseguir en italiano. Veré si logro conseguirlo, aprovechando, también, que estoy aprendiendo el idioma. Saludos
EliminarTExtos de posadas (no publican ninguno sobre ovnis)
Eliminarhttp://quatrieme-internationale-posadiste.org/QIP/index.php?option=com_phocagallery&view=category&id=27&Itemid=24&lang=es
Gracias por tan buen artículo, yo sin saber nada de estos aitores le comentaba a un amigo marxista el caso de los Ebens y como su sociedad parecia funcionar bajo un comunismo pues en su planeta la gente disponía de lo necesario sin trabajar.
ResponderEliminarGracias por tan buen artículo, yo sin saber nada de estos aitores le comentaba a un amigo marxista el caso de los Ebens y como su sociedad parecia funcionar bajo un comunismo pues en su planeta la gente disponía de lo necesario sin trabajar.
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