Las relaciones son como las series. Por muy buenas que hayan sido todas
sus temporadas, siempre serán recordadas por sus pésimos, abruptos o ridículos
finales. Por eso, cuando una relación termina en mala, nadie recuerda los
buenos episodios. Todos nos quedamos con aquel final que a nadie le gustó, salvo
a aquellos que desde un principio creyeron que esa serie era una mala idea.
También hay relaciones que van de a poco debilitándose, hasta que su
cancelación es lo más conveniente para ambas partes. Volver con una ex, por
otro lado, es lo que más similar a un remake y todos sabemos que los remakes
son un intento forzado que nunca logra conservar el espíritu de la serie
original.
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